5-CIBERSEGURIDAD

 

Espero os hayan llegado mis entregas. No puedo comprobar si recalan en algún sitio o se quedan flotando en el ciberespacio o perdidas entre bits de alguna C.P.U. 

Me estoy adaptando a esta nueva Reserva. No me atrevo a explicaros nada aún. Prefiero ser prudente. La cautela es imprescindible para sobrevivir en este futuro. Imagino que en el pasado también se debe, bueno debía ser cosa importante, aunque es difícil imaginarlo con la mierda de planeta que dejasteis y que en centurias postreras todavía padecemos vuestros desmanes. Miro la gente que me rodea en este lugar y, no sé, huele a recelo. Un olor que se mezcla a putrefacto y a cloaca que aún no sé la explicación. Tenía que huir de la reserva 17. Os lo conté. 



No era mi intención adentrarme en la Reserva 257. Aunque no me lo toméis en consideración, me dejé enredar por el ciberanticuario. La verdad que el relato de la Reserva 257 es estremecedor. Bueno, me produce angustia. Estuve tentado de enviaros todo en un paquete, pero no puedo arriesgarme. Los sistemas de filtros para la detección de la circulación de documentos por web han evolucionado tanto que hay que tomar medidas. No puedo enviar un texto largo. No pasarían los filtros. Suerte tengo que por aquí no son tan eficaces como en otros lares, lugares donde solo se dejan colar frases sueltas. Es pura física. Como si fueran moléculas microscópicas, los escritos cortos pueden penetrar por los poros que deja la ciberseguridad. Como el agua entre dos solutos separados por una membrana. Si pesan demasiado, el filtro las retiene y el detector de palabras clave las escanea. Ciberanticuario, Reserva, Ciberandroide, Ciberseguridad y miles de otras palabras podrían provocar la destrucción del texto.

No es una excusa. Es así, no inventé las reglas de las IA. Me muero de ganas por compartir mi experiencia en la maldita Reserva 17, pero se lo debo al ciberanticuario. Cuando me lo decía se le veía muy afectado. He leído ese material y he tenido que variar de planes. La capacidad de improvisación es otra de las virtudes del superviviente. Os haré partícipe de los textos de la Reserva 257 que él rescató de esa memoria digital. Creo que es importante. Intentaré consensuar todo el material de la narración y ese guion cinematográfico. No es fácil. Sed pacientes, cuando vosotros tratabais con papiros de la Antigüedad seguro que ibais más lentos. No seré repetitivo, ni quiero descartar nada relevante. El guion me servirá para avanzar páginas. ¿Os acordáis de la escena del parto que envié en la segunda entrega? Era el segundo capítulo del otro texto. Por eso en la siguiente entrega que pueda pasaré al tercer capítulo. Lo importante es la esencia de lo que en la Reserva 257 sucede.

Seré sincero, al hacerlo así tampoco me quedo tranquilo. Temo que si se pierde por la red alguna parte no sigáis el hilo. Os tengo por sagaces. Todo superviviente necesita confiar y tener suerte. Voy a aplicármelo. Son otras dos herramientas del Kit del superviviente. Desde que me decidí a compartir estas vivencias las tengo muy presentes. 

Bueno, no puedo extenderme mucho más. Espero que imaginéis por qué. Hasta pronto…

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